miércoles, 12 de mayo de 2010

MADRE SOLO HAY UNA...

Tus brazos siempre se abren cuando necesito un abrazo. Tu corazón sabe comprender cuándo necesito una amiga. Tus ojos sensibles se endurecen cuando necesito una lección. Tu fuerza y tu amor me han dirigido por la
vida y me han dado las alas que necesitaba para volar.